¿Cómo se transforma la energía que consumes en casa?

Veámoslo como el viaje de un electrón, una de las partículas componentes de un átomo. Los mercados de energía operan bajo el principio de la conservación de la energía, el cual establece que la energía no se crea ni se destruye, solamente se transforma.

Imaginemos una gota de agua que se evapora del océano y que lentamente se eleva al cielo gracias a la diferencia de temperatura y densidad; detrás de ella vienen muchas gotas más en forma de vapor, las cuales forman nubes, que dependiendo de la condensación y la temperatura al llegar a cierta altura; se condensan formando lluvia y crean una alteración en el clima, que puede venir acompañado de viento por los cambios en las temperaturas de las corrientes de aire y crear una oscuridad parcial. Al llegar al suelo, estas gotas son absorbidas por la tierra y transportadas por los mantos acuíferos subterráneos a un río, que de repente se forma caudaloso.

Mientras tanto, al ver la tormenta decides quedarte en casa y encender la TV o darte una ducha con agua caliente, o ¿por qué no ambas? Esto genera demanda de energía, que debe ser suplida por alguien allá afuera, ya que esta energía proviene de un sofisticado sistema de distribución que hace posible que los electrones se transporten a través de cables construidos con materiales conductores de electricidad, como el cobre.

Pero, ¿de dónde proviene ese electrón?, pues el viaje pudo comenzar en la gota de agua que ahora se mueve por un río caudaloso y que llega hasta las aspas de una turbina generadora colocada en el embalse de agua de alguna represa hidroeléctrica, que al girar un núcleo magnético en el interior de una bobina de alambre de cobre, genera un momento angular que por fuerzas electromecánicas ponen en movimiento a nuestros amigos electrones a través de un material conductor de electricidad, que debido al cambio de polaridad que se da cada 60 veces por segundo (60 Hz) hacen que este tipo de corriente se llame corriente alterna; o bien del viento generado por la tormenta que mueve las aspas de un aerogenerador, que en principio funciona de la misma manera que un ventilador, a la inversa.

O por qué no, de la reacción química que provoca el Sol en las láminas de silicio de un panel fotovoltaico (en este caso no hay alternancia entre polaridad, por lo tanto, se conoce como corriente directa y necesita de un dispositivo que la convierta, llamado inversor, que transforma la energía directa en alterna para inyectarse a la red, transformando la energía solar en electricidad, y posiblemente proviene de las zonas donde aún no llueve.

Tal vez el electrón procede de un generador, que también hace girar una turbina cuando quema combustible fósil extraído de la profundidad de la tierra, tal como funciona el motor de tu automóvil, pero mucho, mucho… más grande.

De esta forma, los electrones han comenzado su viaje y llegarán a un dispositivo llamado TV que convertirá la energía en fotones que viajan a tus ojos con diferentes frecuencias para que los traduzcas en imágenes y colores y que a la vez hacen vibrar la membrana de una bocina que se traduce en sonido para tus oídos; o quizás los electrones calientan el agua de la ducha a través de una resistencia incandescente dentro del calentador de agua, si funciona con electricidad.

Ahora que el electrón ha cumplido su misión, recibes una factura por el consumo de energía eléctrica que te envía la empresa encargada de distribuirla y que dice “cargo por electricidad”, “cargo por distribución”, “cargo por poste” y posiblemente “cargo por mora”, y te preguntas si realmente valió la pena instalar el calentador eléctrico o seguramente exclamas “¿por qué es tan cara la electricidad?”.

El precio de la energía proviene de toda la cadena de valor que hace posible que llegue hasta tu casa y depende del tipo de tecnología que se utilizó para la generación de energía que la demanda consume, esto se determina cada hora del día. La distribuidora que te envía el cobro realiza contratos con generadores de diversos tipos, quienes le venden energía a diferentes precios y una parte de esa energía que no logra contratar la compra al Mercado Mayorista en el cual el precio se define dependiendo de la última máquina que entrego energía para cubrir la demanda, luego se realiza un cálculo, como un promedio ponderado, con precios de los diferentes proveedores y la energía entregada que se transforma en una tarifa para los consumidores.

¿Cómo puede mejorar mi tarifa de energía?

Mencioné que la tarifa de energía se calcula con un promedio ponderado (aunque es más complejo) que toma en cuenta el costo de la producción de la energía contratada por las distribuidoras y el Mercado Mayorista, y que proviene de diferentes tecnologías, unas más caras que otras.

Para mejorar el precio necesitas conseguir una fuente de generación más barata y eficiente, puedes buscar proveedores que te vendan energía a mejor precio, puedes importar energía de otro país con fuentes de generación más económicas o puedes adquirir un seguro, o cobertura financiera, que te cubra contra las subidas de precio en las tarifas y hacer esto para cada hora del día que estés consumiendo. Tal vez eso se escucha muy complicado.

Existen diferentes alternativas para que la demanda no tenga que hacer todo eso, por ejemplo: el gobierno puede impulsar políticas para renovar la matriz energética y buscar que la generación provenga de energías eficientes y limpias, poco a poco se van sustituyendo aquellas fuentes de generación que utilizan combustibles fósiles (aunque  si el precio del petróleo baja, también debería bajar la tarifa), otra ayuda sería incentivar el autoconsumo con generación fotovoltaica instalada en el techo de los hogares y las fábricas, incentivar la importación de energía a gran escala que desplace generación más cara en el Mercado Mayorista; y promover la eficiencia energética, ya que si la demanda disminuye, también puede disminuir la tarifa.

Por tu parte puedes hacer más eficiente tu consumo, instalar paneles fotovoltaicos en el techo de tu casa y si eres un gran consumidor puedes buscar un comercializador que te oferte un mejor precio.

Ahora que ya tenemos una idea de cómo se genera la energía y cómo funciona el mercado a nivel residencial, que hace posible el hecho de ver la TV o ducharnos con agua caliente, podemos ir a un viaje más profundo y complejo, que les compartiré en mi próximo artículo: Cómo funciona el mercado mayorista de energía eléctrica.

Advertencia: la lectura se puede volver un poco más compleja.

Mientras tanto, la nube que provocó la tormenta se disipa y deja el sol brillar nuevamente, el viento disminuye y la gota de agua retorna al océano, reiniciando el ciclo de energías renovables, listo para que al siguiente día puedas disfrutar de la electricidad en tu hogar.

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